Esta elegante figura diseñada por Harald Salomon y producida por Rörstrand emana una belleza atemporal. La figura representa una persona arrodillada en una pose tranquila y contemplativa. Su diseño minimalista en porcelana blanca la hace adecuada para la mayoría de los hogares y estilos de decoración. Un buen ejemplo del arte cerámico sueco que puede enriquecer tanto la estantería del coleccionista como el hogar moderno.